La meritocracia es demostrar que la persona tiene las capacidades y que se esfuerza por estar entre los mejores, y debido a esto tiene el derecho a ser ascendido o promovido. Para muchas personas implementar este sistema tenía muchos beneficios, pero con la explicación de Fabio Núñez del Prado, comprendemos que no es tan simple como tomar exámenes como en el caso de los profesores. No porque una persona tenga mayor manejo de la teoría sería mejor fiscal o juez. ¿La pregunta es cómo podemos medir la integridad de las personas que forman parte del poder judicial, de acuerdo a cantidad de juicios ganados? ¿Respetar los plazos? Lo que nos lleva a creer que debemos buscar un criterio objetivo para la evaluación de un juez.
Un tema muy importante es la falta de predictibilidad, en Perú sucede que una instancia puede emitir un juicio a favor, y luego otra instancia en un caso muy similar emitir un juicio en contra. Por lo tanto, más importante que aprobar exámenes, sería el de revisar casos y así unificar criterios. Y esto mismo serviría para ahorrar costos al poder judicial, ya que según los récords de los juicios previos te dirán si es un caso con capacidad o no de ser ganado.
Dentro de esto se conversó sobre la gratuidad del servicio que brinda el poder judicial, la mayoría de los casos de los que este se encarga son casos de bancos que están en la capacidad económica de pagar por su propio juicio.